La primera vez que estuve en Madrid fue cuando yo era muy pequeño y la sensación que me llevé de ciudad, fue muy distinta a la que me he llevado ahora. Tenía una idea de ciudad descuidada, peligrosa, sucia, etc…, quizá era por mi temprana edad, pero hasta ahora no le he puesto otra imagen que esa, o puede ser que la ciudad haya evolucionado y haya mejorado en muchos aspectos.

Esta vez el viaje fue de lo más tranquilo y con otro objetivo, andando de un lado para otro pero a la vez disfrutando de los parques, sus jardines, sus calles y su gente. Un paseo por el parque del Retiro, por la Gran Vía, por la Puerta del Sol, perder unos minutos observando el Palacio de la Almudena, el estadio Santiago Bernabeu o tomar algo en la Plaza Mayor, puede ser de lo más relajante.

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En mi viaje a Soria, elegí un alojamiento de lo más tranquilo. Me alojé en la casa rural “La ruta de las fuentes” en Fuentes de Magaña, en la comarca de Tierras Altas. Muy recomendable para descansar y realizar las diferentes rutas que hay por la zona. Allí está la réplica de dinosaurio entero más grande del mundo, espectacular para ver.

Una vez de haber viajado hasta allí, no podía faltar la visita a la Laguna Negra. ¡ La sorpresa que me llevé al llegar a la Laguna y verla congelada con una capa de nieve ! Seguro que en verano es otra cosa.

También visité el Parque Natural Cañon del Río Lobos, donde me impresionó la Ermita de San Bartolomé rodeada de cañones.

Tampoco faltó conocer el Monumento natural de La Fuentona donde destaca el color verdoso y la profundidad del agua donde han conseguido llegar a bucear hasta los 115 metros por debajo del nivel de La Fuentona pero aún sigue siendo prácticamente desconocido lo que hay ahí abajo.

Y como último destino, Castroviejo, en Duruelo de la Sierra. El lugar está en lo alto del monte y destacan las formaciones que tienen sus rocas a causa de la erosión del viento, nieve y hielo. Ver para creer.

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